sábado, 5 de abril de 2008

Bifrontismo.

Irreal era la definición perfecta para aquella sensación. La habitación ahora no tenía límites. Flotaba sobre un lecho gelatinoso y fresco, agradable por desapercibido. Había otros a lo suyo que sonreían al cruzar con ella una mirada. Comenzó a canturrear bajito y viendo que no parecía molestar a nadie, elevó el tono hasta la estridencia. Se sentía liberada como nunca, espléndidamente bien. Separó sus muslos cuanto pudo y gritó aun más fuerte mientras se vaciaba por dentro. Morir y nacer estaban tan próximos. De pronto todo pareció real, y lo fue.

8 comentarios:

Gemma dijo...

Un nacimiento, ¿no es eso?
Al principio pensaba que era otro el tema...

Víctor González dijo...

De eso se trata entre otras cosas, del salti del final, de cerrar un círculo que puede ir desde el relato 1 hasta el 10, o que puede estar encerrado en el propio 10

M. Domínguez Senra dijo...

Está bien lo de ir encadenando los relatos sin por ello encadenarse a una fórmula. Alguna vez incluso me ha tentado la sextina, que gira en torno a seis palabras (como los lados de un dado) que van rodando por seis estrofas y parece un baile. Lo que podría ser una limitación, como tus apenas 100 palabras por relato, se convierte en especulación y elevación.

Bonito parto.

Víctor González dijo...

Morir y nacer forman parte de la misma cosa, y ese parto puede perfectamente ser hacia otra dimensión. De toso modos Marta bien sabes que al igual que no hay enfermedades, hay enferos, no hay lecturas, mas bien lo que hay son lectores que interpretan y hacen suyas las palabras y sus significados.

M. Domínguez Senra dijo...

Y menos mal, porque si todas las enfermedades cursaran igual y sólo hubiera una lectura posible, muchas mejorías y muchas ideas no tendrían ni una oportunidad.
Seguramente tú has asistido a algún nacimiento. Yo no he tenido esa suerte, aunque sí he acompañado a algunas personas en el trance inverso.
Tu blog va creciendo y que me alegro de verlo. Gracias por tenerme en cuenta.

Víctor González dijo...

Aquí caben los dos trances.
Crece gracias a bloger@s como tú.
Gracias otra vez por todo.

Minúscula Martínez dijo...

Nacer y morir no son los extremos de un mismo circulo que se cierra?

Los imagino más así que lineales...

Víctor González dijo...

Creo que has dado en la clave Maghenta. Gracias por pasarte por aquí.