viernes, 25 de julio de 2008

Lección.

Está resucitando.


-¿Cómo puedes saberlo?. Yo no oigo nada, no veo movimiento alguno.


-La inmovilidad silenciosa esconde en ocasiones grandes sorpresas hijo mio.


-Pero... no lo entiendo.


-También aun no entendiendo podemos prever cosas que ocurrirán en el futuro.


-¿Y la conciencia tiene vida propia?.


-Si hijo mio, la que tú le des con tu latido.


Esperanzados trabajaron aquella mañana codo con codo, con mayor ilusión. Al acabar la jornada el muchacho seguía sin ver ni oír nada, pero ya lo presentía con claridad.


lunes, 21 de julio de 2008

Resucitando.

Aún desesperanzada deambula por la casa. Le busca en cada revuelta, huele sus ropas, toca sus libros, relee sus poemas de amor. Estaba tan vivo y era tan hermoso amarle que le parece imposible su muerte en ese accidente absurdo.

Se mira en el espejo del salón. Continua siendo joven y bonita y tímidamente sonríe. Es verano. Se sienta en el sofá donde lo hacía con él, se recuesta, cierra los ojos y se entrega al amor propio. Está resucitando.

lunes, 14 de julio de 2008

Espejismo y muerte.

Cada verano se lo proponía pero nunca el dinero era suficiente. Europa estaba tan cerca, que resultaba doloroso imaginar el bienestar, ahora también para su pequeño, y no poder dárselo. Salieron al amanecer, unos setenta contó con dificultad. Aguas tranquilas y varios niños que lloraban mareados. Algo avisó a su corazón de que compartiera con su retoño la ración de agua y comida a ella asignada. Las otras madres los arrojaron muertos por la borda. Ella no. Su pequeño resistió hasta alcanzar el sueño de la costa. Con las otras madres, ella continua llorando aún desesperanzada.