lunes, 21 de julio de 2008

Resucitando.

Aún desesperanzada deambula por la casa. Le busca en cada revuelta, huele sus ropas, toca sus libros, relee sus poemas de amor. Estaba tan vivo y era tan hermoso amarle que le parece imposible su muerte en ese accidente absurdo.

Se mira en el espejo del salón. Continua siendo joven y bonita y tímidamente sonríe. Es verano. Se sienta en el sofá donde lo hacía con él, se recuesta, cierra los ojos y se entrega al amor propio. Está resucitando.

28 comentarios:

Vito Márquez dijo...

Hola!

He llegado a este blog a través de la iniciativa de "El Hueco del Viernes".
Tras echarle un vistazo a tus relatos, me quito el sombrero: muy buena mano. Este, sobre el cual escribo, me ha ha gustado particularmente, recordándome a los buenos poemas de ausencia, amor y muerte.

Un saludo y nos seguimos blogueando!

Isabel Barceló Chico dijo...

Causa mucha pena este post. Las muertes prematuras me impresionan, dejan un sabor de boca amargo. Y esa mujer que se queda sola... Muy duro. Besitos.

M. Domínguez Senra dijo...

Sí, Isabel, pero Víctor siempre deja delicadamente una aire de esperanza.

Víctor González dijo...

Seguro Vitolink, el vuestro también me ha encantado.
Saludos.

Víctor González dijo...

Pero nuestra protagonista amiga Isabel, es una especie de ave Fénix, y el instante es lo contado.
Besos.

Víctor González dijo...

Siempre nos quedará la esperanza y con ella visitas tan cálidas cómo la tuya.
Besito Marta.

Sandra Figueroa dijo...

El tiempo cura, resucitara entre sus manos un nuevo sentir. Saludos y beso, cuidate.

Anónimo dijo...

Es difícil resucitar si la herida es profunda. Se muere con lo que se ama.

Johan Bush Walls dijo...

En cada uno que se muere, siempre hay algo que resucita.

Salu pue

Víctor González dijo...

Pero la esperanza de la resurrección ya que la vida sigue permanece ahí ante nuestros ojos. No siempre estamos preparados para verla.
Saludos Fmop

Víctor González dijo...

así es el ciclo de la vida Johan.
Saludos.

Víctor González dijo...

Resucitará Poetiza y eso es lo contado.
Besos.

Rocío dijo...

Bonita concesión.
Muerte y vida, placer y dolor.
Besos.

Olga Bernad dijo...

De acuerdo con fmop: se muere con lo que se ama. Pero mientras el corazón no se para, inevitablemente se acaba resucitando, como le ocurre a tu protagonista,aunque sea de una manera mínima.
Qué relatos tan duros últimamente, piloto.
Beso.

Víctor González dijo...

Bien visto Rocío, son las cuatro claves del micro; muerte vida, dolor placer.
Beso creativo.

Víctor González dijo...

Para que el avión comience a rodar por la pista hay que tirar de la palanca del los gases. El principio cualquiera que éste sea, mínimo o máximo será bienvenido y, aunque haya dolor la vida está para vivirla biologica y humanamente.
Es casi inevitable amiga Betty b. el que a medida que escribo micros, no sólo se concentre en ellos el texto, sino que además lo haga la trascendencia del contenido, Van saliendo así por mi y para vosotros.
Beso.

Unknown dijo...

le invito a retirr de mi blg www.cuerposanoalmacalma.blogspot.com el premio- obsequio que deje para usted y para uiénes han dejado huella en mis blogs.
asimismo invitoa leer las publicaciones que se relaciona entre sí, y tienenaires, sabores de su tierra natal.
espero que le agrade i premio-obsequio yle salduo maria del carmen y dejo mi paz.

Anónimo dijo...

Ese día ella estaba más turbada de lo acostumbrado, je, je.
Un beso

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Victor, muy bonito este microrelato. Es un género que me gusta mucho y no siempre se consigue lo que uno pretende.
Besicos

Yeli dijo...

A dónde se van los que se van?
Dónde pernocta el dolor por quien ya no está?
Y ella, al recordar la partida de quien voló precipitadamente a su eterna morada, se arroja ante la realidad de estar viva y el cálido gozo de vivir con su nombre en la viva sonrisa de su dormido pasado...
Un abrazo
Yeli

Sil.* dijo...

La ausencia logra actos impensados. Nos trasporta ha momentos vividos y resucitamos todos aquellos recuerdos, olores, sabores, roces que una vez nos hicieron una mueca en el corazón y que desde ese entonces, dejamos de ser quienes eramos.
La muerte avanza y con ella, el olvido y un poco más allá, la esperanza de volver a vivir, lo que sabemos imposible.

Un abrazo para ti Victor!!

Sil.*

Víctor González dijo...

Gracias Maria del Crmen. Ya pasé por tu blog. Bonito detalle.
Beso.

Víctor González dijo...

Si te hablo Soboro de válvula de escape me va a dar a mo también la risa, de modo que lo dejamos ahí vale?
Besos creativos.

Víctor González dijo...

Celebro que te guste, Casa Encendida e Iluminada, es como lo tuyo pero hecho con mucho menos tiempo, así por lo menos voy matando el gusanillo de escribir y de contar.
Besicos creativos.

Víctor González dijo...

Yeli, los que se van se quedan en nuestros corazones y cuando se mueven y rozan sus paredes, nos producen sin querer dolor. Poco a poco se van acomodando y con el tiempo se mueven menos por que van encontrándose más agusto.
Abrazos.

Víctor González dijo...

La esperamza Sil, es el motor de las utopías. Todos tenemos derecho a la esperanza y a la utopía...
Abrazos.

Gemma dijo...

Buen micro. Porque no sólo relata el dolor de la ausencia sino también la soledad terrible en que suelen quedar los vivos.

Abrazos

Víctor González dijo...

Y la necesidad innata de sobrevivir querida Mega.
Besos creativos.