miércoles, 7 de mayo de 2008

Decisión forzada.

Dos impostores que me esperaban al final del callejón oscuro. Sorteando vapores de alcantarillas apestosas, avancé cauto. ambas manos en los bolsillos de la gabardina gris. La derecha acariciando la culata fría de mi treinta y ocho largo, amiga inseparable. La izquierda apretando un fajo de cincuenta mil dólares y mi cabeza buscando la decisión correcta como un torbellino. Apenas tenía veinte pasos para decidir que mano sacar Un gato que saltó desde un cubo tomo la decisión por mí.

12 comentarios:

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Buen final. Y pobre gato.

María dijo...

La decisión siempre ha de tomarla alguien aunque sea un gato.

Saludos.

Isabel Barceló Chico dijo...

¡Cuántas veces el azar influye de manera decisiva en nuestras vidas! Aunque, en cierto modo, podríamos pensar que sólo había dos decisiones para tomar. Quizá si hubiera habido otra... Saludos cordiales.

Manuela Fernández dijo...

Sencillamente genial.

Sandra Figueroa dijo...

Fue coincidencia que la decision la tomara el gato........Te dejo saludos. Cuidate.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Breve, potente, ambivalente. Bien narrado y rematado. Me gusta porque trazas temas con tu escritura: dices.

No entendía lo de radiobaliza :-)
También yo te metí en mi bosque para que tus raíces me hagan venir.

Saludos.

Atticus dijo...

Dan ganas de echarse un whisky y fumar. Has captado muy bien la electricidad del momento, ¡la mecánica metal rápida que le impedía tomar una decisión!
Gracias por visitar mi pobretón blog.

Gemma dijo...

Como en la vida misma, jajaja.
Un mega saludo,

Rocío dijo...

No somos nadie, eso es lo que me dicen tus letras. Podemos preparar cualquier cosa que se queda finalmente "en agua de borrajas". Las circunstancias nos empujan, pero ésas somos también nosotros, aunque no lo sepamos.
Como te he dicho ya, me haces darle vueltas a la cabeza y sacar una lección oculta en tus palabras.
Un beso.

goloviarte dijo...

he añadido tu blog en la etiqueta "literatura" en aquiestatublog
pásate y disfruta de otros blog y si quieres mira algo de publi,eso valora mi trabajo,gracias

Anónimo dijo...

un gusto visitarte, abrazos enormes desde Bolivia

Víctor González dijo...

Antonio, los gatos son supervivientes desde tres mil años A.C. En concreto este del micro se esfumó entero.
En ocasiones María e Isabel, hace falta un determinante para pasar a la acción, esta vez se llamó gato.
Gracias por vuestra visita y vuestras palabras Manly, Poetiza y Goathemala, en tu caso celebro lo de las raíces.
Atticus, el género negro es un referente para no perder de vista de cuando en cuando. Tú blog me encanta ya te lo he dicho.
Mega en ocasiones la acción se desata antes de lo esperado, como en la vida misma, aunque Rocío esa acción sea la de pensar.
Gracias Goloviarte y bienvenida María Cristina, te recibiré siempre con agrado.